domingo, 25 de noviembre de 2012

"El fogonazo de zorro en la carretera"





El fogonazo de zorro en la carretera


Mar Gabarre


Experiencias que nos despiertan, seguimos nuestro camino complementados y equilibrados, entre el gozo y la experiencia del no haberlo tenido.

Deforme, agitado y desorbitado se encuentra, años de decadencia sin ser consciente de su fortuna, se ofusca por la incongluencia de la vida y sus actos.

Verla le transformó, la rutina de su mente se detuvo por un momento para prestar integra atención a su belleza. Era pura, transparente, brillante, cautiva de un hechizo eterno. Tenía la magia de detener el tiempo, pero no fue ella, pues no comenzó a transcurrir al apartar la mirada. Cada persona que por allí pasaba, cada niño, cada hombre, cada anciano, brillaba con su bella singularidad. Perfectos por su deformidad. Todo era perfecto. Las personas caminaban absortas en sus vidas, de las que él era consciente, olvidando por unos instantes la suya propia, insignificante ante la existencia de muchas otras que se complementaban a la perfección. Todas conectadas y sincronizadas de un modo celestial y asombrosamente sencillo. Fue en aquel momento consciente espectador de como cada acontecimiento, cada mirada, cada decisión, y cada palabra afectaba inmediatamente sobre el resto del mundo, la cadena de acontecimientos se postraba en sus piés para mostrarse.

Alzó su mirada sin motivo aparente, hasta encontrar casualmente con sus ojos una pluma blanca que caía desde lo mas alto, poco a poco, de forma extremadamente bella y elegante, sus ojos se humedecieron con lágrimas de emoción, pues fue en su hombro izquierdo donde calló esa bella pluma que tanto amó por el camino, fue lo que tanto esperaba, lo que decidió vivir al apreciar la belleza de aquella mujer de hermoso caminar.

Experiencias que nos despiertan, seguimos nuestro camino complementados y equilibrados, entre el gozo y la experiencia del no haberlo tenido.




No hay comentarios:

Publicar un comentario